CARCELES AMOBLADAS , por Ines Veronica Obando

Le propongo analizar y seguir estos pasos.
Tome asiento en la sala de su casa y observe, es muy probable que ignore la cantidad de seguridades y protecciones que le rodean barrotes de hierro, candados, alarmas, e inclusive el timbre o portero eléctrico exterior, está bien asegurado.









¿Acaso vivimos en cárceles amobladas?

¿Apreciamos la libertad?;

¿Vivimos con tranquilidad o siempre pendientes y a la defensiva?



Atrás quedaron los buenos tiempos de encargar nuestras casas a nuestros vecinos o solo cerrar la puerta e irnos tranquilos. Actualmente ya no confiamos ni en nuestra sombra.

Y es que vivimos encarcelados. De forma cotidiana vemos a guardias armados con pistolas, listos para atacar si fuera necesario. El entorno de inseguridad que nos rodea se nos ha vuelto normal e invisible.



Ya no nos llama la atención cuando escuchamos en la radio, vemos en las noticias del día un asalto, leemos el diario o recibimos por internet noticias de robos, o asesinatos por diferentes causas. A todos nos han robado algo? encontramos respuestas positivas a doquier.

Este ambiente de inseguridad, nos consume, vivimos viendo la vida a través de rejas en nuestras ventanas, que difícil es saber que vivimos en cárceles amobladas con una percepción de la libertad a medias. Somos presos de nuestra realidad y sometimiento material, tratando de adquirir bienes materiales y quizás dejando de lado amoblar nuestra casa interior. Nos hemos convertido en seres insensibles enjaulados y aislados, con una concepción de libertad del 2010 que no concuerda con la descripción del diccionario;”Estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro”.

Ojala y un día podamos sentir esa tranquilidad tan necesaria para vivir con paz.